Publicado el: 30/07/19
La pasada semana el diario El País dedicaba a Cristina García Rodero un magnífico artículo, escrito por Manuel Morales, con motivo del 30 aniversario de su primer libro «España oculta» al que en ufca le procesamos un tremendo cariño.
De los 1.500 libros que hay en la biblioteca de Ufca, el #223 es un libro especial. En su lomo se visualizan las marcas de un frecuente uso y unos puntos que avisan que es uno de esos tesoros que tenemos firmado y dedicado. Todos mis alumnos lo conocen y he visto la oportunidad de contaros una bonita historia.
En el año 2005 celebramos en nuestra ciudad la segunda edición del festival «Mira Algeciras» e invitamos a Cristina para una conferencia. Cristina llegó de Madrid en tren y la alojamos en el Hotel Octavio, por su cercanía a la propia estación y al edificio de la Fundación José Luis Cano. Era la única mujer que participaba en el programa y se nos ocurrió llevarle un ramo de flores. No puedo olvidar sus grandes ojos claros brillando de emoción por la sorpresa.
Antes de comenzar nos pidió una Coca-Cola y un espacio para estar sola unos minutos. Era el preludio de algo grande
Por la tarde fuimos, Kiko Fuertes, Fernando Val y servidor a recogerla para la conferencia, nos dio una gran bolsa que contenía los carruseles de diapositivas para ilustrar la conferencia y caminamos hacia la Fundación, donde esperaba una sala repleta de público venido de todos los rincones de Andalucía. Antes de comenzar nos pidió una Coca-Cola y un espacio para estar sola unos minutos. Era el preludio de algo grande. Cuando entró en el salón de actos se hizo el silencio y tras la presentación se puso en pié y desgranó todo su trabajo durante tres horas, superando el horario previsto ante un público completamente abducido.
Como organizadores los tiempos se tornaron en preocupación. Había que llevarla a cenar y el reloj inexorable avisaba que el restaurante cerraría. Llamamos para avisar del retraso y mientras yo le insinuaba a Cristina que ya deberíamos ir terminando (ingrata labor) ella me respondió: Queda un carrusel vamos a ponerlo y ya terminamos. Pensé ¡100 diapositivas más, comentadas, es otra hora!, de modo que por acto reflejo traté de persuadirla diciéndole «no hay más» pero «no coló» y ella me derrumbó diciéndome, si, si, está ahí en el fondo. Terminamos a las doce menos cuarto de la noche, con una lección maravillosa de amor y conexión con su trabajo. Una persona cariñosa, cercana, entrañable y tozuda, como ella misma reconoce y que nos dejó un mensaje que hemos seguido al pie de la letra hasta el día de hoy: poner pasión e intensidad en lo que se ama.
El restaurante (El Gallego) no cerró y la cocina esperó a nuestra llegada. Serían casi las dos de la mañana cuando me dice: ¿Cuando cenemos iremos a UFCA? quiero conocerla y ver la expo de Sonseca y allí que nos fuimos. Ese fue el momento que nos firmó su libro dejándonos otro gran regalo la dedicatoria que dice:
«Para Ufca. Por los momentos felices que me habéis dado, con el deseo de volver mil veces. Con todo el cariño. Cristina García Rodero. Algeciras 29 de noviembre de 2005.
Hasta aquí el relato de una inolvidable experiencia, ahora os recomiendo que leáis la entrevista donde M. Morales ofrece detalles increíbles y saca a la luz los entresijos de una gran historia en la que surgen gente que también ha hecho grande la fotografía española como nuestro también amigo Publio López Mondejar. Es más que un artículo de prensa es un documento que debe ser leído por todo fotógrafo que se precie de serlo.
De soslayo el artículo habla también de otro gran libro «Historia de la Fotografía en España», el #567, que Publio también nos firmó y dedicó en una visita a ufca en 2007, cuando el y Juan Manuel Castro Prieto volvían de recorrer el Rif para un encargo que también se convirtió en libro «Visiones de Marruecos», el #611, otra experiencia fascinante que contaremos otro día.
Aquí os dejo el relato visual del acontecimiento: