En la historia de UFCA nuestra relación con las imprentas ha sido siempre muy estrecha, por esa querencia nuestra a la tinta impresa, y como todo en la vida en esos caminos se crean vínculos muy especiales.

Hoy hemos estado en Tarifa a recoger unos libros, tenía una cita con un amigo en un lugar donde los vínculos con UFCA han sido fuertes y entrañables. Me ha acompañado Jose María Bejarano y el destino era GRAFISUR. Esa imprenta «mágica» que surgió a comienzos de los noventa del empeño de un «romántico» donde los haya: Gaspar Luna.

Gaspar partió de cero, sin ninguna formación ni tradición familiar en ese mundo tan tradicional de las imprentas, pero era un tipo luchador de esos que anteponen todo por ver un sueño cumplido, cueste lo que cueste. En muy poco tiempo Grafisur se convirtió en la  imprenta soñada, al menos para nosotros. Calidad, precios, formalidad, profesionalidad. Fueron pioneros en la modernización y sobre todo te dispensaban un trato familiar exquisito acompañado de grandes dosis de complicidad, en el empeño de producir el mejor producto posible. Siempre impecable.

Los primeros catálogos de la Bolsa de Compra, son pequeñas joyas que se parieron allí, luego la revista La Cámara Oscura y por supuesto «La isla» un proyecto editorial que habría sido imposible sin ellos porque arriesgaron todo por nosotros. En el fondo ambos compartíamos una extraordinaria forma de entender «la cultura».

Me podría extender muchísimo más, pero su hijo David lo ha explicado maravillosamente en el FaceBook de la empresa. Ahora lo que toca es confirmar lo que ya podrías estar pensando y es que Gaspar falleció el pasado mes de mayo. La noticia me ha sacudido de pies a cabeza pero me quedo con todo lo bueno, con sus bromas, su permanente sonrisa y esos buenos ratos que tuve  la suerte de compartir con él, como aquel día que fuimos a recoger un trabajo y terminamos tocando la guitarra y la armónica en el altillo de la imprenta.

Gracias David por lo bonito que lo has hecho al darnos la triste noticia. Sabias que me impactaría. Nos teníamos un gran aprecio mutuo y tu lo sabías.

Aquí os dejo algunas imágenes que guardaba de cuando se terminó de imprimir «La isla», en mayo de 2011. Vaya por tanto, desde estas lineas, nuestro homenaje a su persona y a su legado. Hasta siempre amigo. Los viejos rockeros nunca mueren.

 

Fotografías: Alberto Galán 2011