Son muchos los fotógrafos que han escrito sobre las similitudes entre la fotografía y la poesía. En concreto leí un texto del fotógrafo Alec Soth que despertó mi interés. 

“Siempre digo que la fotografía es la prima hermana de la poesía, por la forma en la que estimula nuestra imaginación. La gente suele relacionar mi fotografía con la literatura. Pero yo veo una mayor similitud con la poesía. Como lector habitual de poesía, pienso mucho en los saltos de línea y en todo lo que sucede en ellos, en cómo dejar un espacio al lector para que se sitúe en él y para que complete la información que recibe, que bucee en ese pequeño universo. Y para mí la fotografía funciona exactamente igual. Te cuesta un poco más entrar en ella, pero es eso lo que me encanta de ambas, de la fotografía y de la poesía; ese pequeño esfuerzo que te exigen.”  Alec Soth

Hace unas semanas mi amiga y fotógrafa Antonia Moreno me comentó que Ben Clark iba a venir a Algeciras a presentar su último libro, Demonios, en la librería Bahia de Letras, en conversación con nuestro amigo Fernando Trujillo. Supe, también por Antonia, que él estaba interesado en conocer UFCA y que además tenía un texto sobre la imagen poética, sin duda una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Ben es uno de los poetas españoles más importantes de su generación.

Ben comenzó citando a su maestro, Antonio Gala. “Hoy en día se suele repetir que una imagen vale más que mil palabras, como si no hicieran falta siete palabras para decir esta frase”.  Ha sido un placer enorme esta charla y muy emocionante oírle recitar. Sin duda una experiencia inolvidable que seria interesante repetir. 

Gracias Ben, ha sido un honor tenerte en UFCA. 

Os dejamos el final de la charla, palabras para enmarcar. Te aconsejo si eres fotógrafo que cambies escribir por fotografiar. 

Eduardo Vargas.

 

Escribe para disfrutar 

“No escribas poemas para recibir aplausos. No escribas poemas para recibir premios, ni para ver tu nombre en la cubierta de un libro. Si esto ocurre, procura aceptarlo y compartir la alegría que te pueda traer con la gente a la que quieras. No escribas para ser recordado, ni querido, ni admirado. No escribas para demostrar que eres más inteligente o que has leído más. No escribas porque te parezca que otros que lo hacen son menos inteligentes que tú, o que tienen menos talento que tú, no escribas por envidia o por celos. No escribas para comprender, o para consolarte, o para llenar un agujero existencial. Escribe para disfrutar, escribe para disfrutar de la experiencia de ser una criatura que siente y que piensa y que ha sido arrojada sobre la faz de la tierra durante un tiempo breve y precioso. Escribe para disfrutar de la incertidumbre, del miedo, de la alegría y también de la tristeza. Escribe para disfrutar de la dificultad, del reto, de la frustración de saber que no hay palabras para expresar lo que uno siente. Escribe para disfrutar del fracaso de intentarlo. Escribe para disfrutar del milagro, si ocurre, de haber creado un poco más de belleza. “  Ben Clark 

 

Ben Clark (Ibiza, 1984) es poeta y traductor. Ha publicado, entre otros, los poemarios Los hijos de los hijos de la ira (XXI Premio de Poesía Hiperión), Basura (Delirio, 2011), La Fiera (Sloper, 2014), por el que obtuvo el Premio El Ojo Crítico de RNE de Poesía 2014, Los últimos perros de Shackleton (Sloper, 2016) y La policía celeste (Visor, 2018), por el que obtuvo el XXX Premio Loewe de Poesía. Es tutor de poesía de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba y actualmente dirige desde Mérida, Badajoz, el sello editorial Isla Elefante, especializado en poesía contemporánea. Su último poemario es Demonios, publicado en 2023 en Editorial Sloper.